6 hábitos de los buenos jefes

Francisco J. Pérez-Latre
2 min readSep 1, 2022
Foto de Kiana Bosman en Unsplash

A todos nos toca dirigir algo, aunque solo sea a nosotros mismos, que no siempre es tarea fácil. Por eso, pensar sobre dirección y liderazgo sirve también a personas que, en apariencia, no tienen responsabilidades directivas. Los buenos directivos son difíciles de encontrar, pero algunas de sus cualidades son fáciles de reconocer:

1. Humildes, pero perseverantes. Saben reconocer sus errores y piden perdón siempre que sea necesario, pero quienes les conocen saben que son tenaces y no se rendirán ante los obstáculos que inevitablemente se presentan. La humildad cotiza al alza en un mundo donde estamos lejos de tenerlo todo bajo control.

2. Ponen a cada uno en su lugar. Esta es, seguramente, la principal habilidad directiva. Los buenos directores encuentran el sitio que despierta la motivación y creatividad de los empleados, el lugar pueden desarrollar su talento…Un buen director te pone en condiciones de triunfar.

3. Exigentes, ambiciosos. Fomentan las buenas ideas y consiguen que el trabajo sea de la mejor calidad posible. Como decía David Ogilvy, “nada desmoraliza más que un jefe que tolera trabajo de segunda”. No se conforman y aspiran a metas más altas: como el árbol de Navidad, apuntan siempre más alto.

4. Respetados, pero no temidos: consiguen el respeto de sus colegas, pero, a la vez, son cercanos y logran el afecto de las personas. Son conscientes de que tener “poder” no es suficiente; hay que lograr la confianza. Por eso desconfían instintivamente de los mecanismos de control y se esfuerzan por evitar la “microgestión”.

5. Decididos, pero no impulsivos. Cuando se empieza resulta difícil tomar decisiones. Pero los buenos directores acaban desechando dudas y vacilaciones. Dedican tiempo a deliberar, escuchando activamente las distintas opciones, pero cuando llega el momento, deciden con audacia y autoridad.

6. Visionarios, con “mirada larga”. Están un poco “por encima” de las circunstancias y agobios del día a día. Ofrecen ideales y visión de mayor calidad, porque lideran también a fuerza de ideas. Magnánimos, ven más allá de lo inmediato.

Los buenos directivos son difíciles de encontrar, pero son imprescindibles. En las organizaciones la buena dirección no tiene sustitutos.

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Francisco J. Pérez-Latre

Profesor. Director Académico de Posgrados de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra en Madrid.